martes, 15 de junio de 2010

EL ESTILO RETRO

Una mirada al pasado reciente Dicen que las modas siempre vuelven. El estilo retro es la demostración práctica más evidente de esta máxima, ya que retoma los diseños de hace algunas décadas y se inspira en ellos para crear piezas nuevas. Esta tendencia se mira en el espejo de los años 50, 60 y 70, pero también en ejemplos surgidos a comienzos del siglo XX. El mobiliario y los complementos decorativos de carácter retro encajan a la perfección en casas que siguen una línea moderna, desenfadada y alejada de lo convencional. El retro "es la vuelta al gusto por el diseño cuidado y vanguardista en objetos de uso cotidiano producidos industrialmente". Así pues, para definir los productos que conformarían esta clase de ambientes hay que hacer una especie de viaje en el tiempo. El abanico abarca un periodo muy extenso, por lo que será posible hallar artículos que vayan "desde las líneas más simples y funcionales de los años 50 hasta los muebles de líneas más curvas y futuristas de los años 70".
La producción en serie
Al amparo de la revolución industrial, tuvieron lugar una serie de procesos que transformaron por completo la sociedad de la época. La entrada en acción de las máquinas cambió las bases sobre las que hasta entonces estaban asentados los sistemas de producción, inaugurando una fase en la que lo artesanal quedaba al margen. El universo del mueble sufrió una metamorfosis radical a partir de los años 20, dando lugar a "la producción industrial de objetos de uso diario, como lámparas, cubertería, cerámicas, muebles, etc.", aclara la firma La moda me incomoda.
Diseñadores emergentes que hoy son iconos del siglo XX comienzan a materializar sus ideas, y aunque no podemos considerar este estilo de manera homogénea,todos tienen en común un interés por un cuidado diseño con el hombre como eje central, pero sin menospreciar la funcionalidad del objeto. Nombres propios como Le Corbusier, Panton, Colombo, Christian Dell o los Eames conquistan el favor de un público que hoy sigue adquiriendo sus reproducciones.
Para situar de forma más concreta el concepto retro, hay que acudir a capitales como Londres, Nueva York o París y situarnos en la época en la que lo vintage se retoma.
En este sentido, son muchos los que equiparan los términos vintage y retro, pero existe una clara diferenciación: "retro representa una vuelta al diseño de épocas pasadas, mientras que vintage es precisamente ese objeto original al que el estilo retro pretende emular".
Una paleta cromática dinámica
La polémica en cuanto a los colores que definen lo retro también es común. Dado que comprende varias décadas, los tonos que conforman el espacio estético van variando. En los años 50 se mueve en tonalidades suaves de verdes, amarillos o azules y contrastadas como rojo y negro, amarillo y negro o negro y blanco.En los años 70 los colores son más chillones y vibrantes como el naranja butano o el verde césped. A medida que avanza la mitad de siglo, la atmósfera se torna más alegre y hasta los electrodomésticos se visten de colores (televisores, teléfonos...); también es característica de estos años la ausencia de tonos pasteles y las transparencias ahumadas en bronce o en azulado.
Respecto a los materiales, hay que tener en cuenta que la experimentación y la innovación marcan las creaciones de aquellos tiempos tan prolíficos, y que son muchos los materiales que nacen al mismo tiempo que la pieza en sí. Prevalece el uso del metal -latón, aluminio, hierro y acero-, madera y de diversos derivados del petróleo, que podemos englobar bajo la categoría de plásticos y que tienen éxito debido a su versatilidad, ligereza y resistencia. Es común también el empleo de vidrio y cristal, así como de telas estampadas y con peluche.
La heterogeneidad en el uso de los materiales enunciados es absoluta. Así, los muebles que hoy son 'antigüedades del siglo XX' comenzaron a fabricarse en los 50 con maderas exóticas, mucha cerámica y cristal, mientras que en los años 70 se incorporan los plásticos y los acrílicos. La apariencia de tales productos se traduce en "formas redondeadas, elementos modulables y efectos visuales inspirados por el Op-art.
Una casa retro

Imprimir pequeñas pinceladas de retro en nuestro hogar es muy sencillo. Este estilo quiere ser exclusivo, personalizado, cálido, acogedor, lúdico, auténtico y original. Al tratarse de un estilo con muchos volúmenes y colores brillantes, es posible que inundar todas las habitaciones con esta clase de objetos sature la atmósfera, por eso se recomienda ser cautelosos porque sólo con un par de elementos se puede dar un toque retro a cualquier espacio.
Dado que los diseños evolucionaron tanto y tan deprisa, es fácil localizar entre todas las posibilidades algo que nos cautive en un primer golpe de vista. Si miramos hacia los primeros años encontraremos muebles con las patas en ángulo, combinaciones de color con rojos, blancos y negros, y complementos de cerámica y el cristal, que son muy representativos, tales como jarrones con rayas y de colores. Si te sientes más identificado con las tendencias posteriores, nada mejor que un sillón o sofá tapizado con un color brillante, mesas de azulejos, lámparas de cerámica, alfombras de pelo y alguna pared empapelada.
Lo retro es sinónimo de decoración genuina y derroche de personalidad. ¡Llévatelo a casa!

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