sábado, 21 de enero de 2012

OLIKA y una casa moderna de 1960 en Portezuelo, un matrimonio perfecto!


A fines de setiembre recibimos un llamado desde Buenos Aires.
El nuevo propietario de una casa en Portezuelo nos había encontrado en Google, buscando muebles de los años '60 para amueblarla y así lograr una armonía con la arquitectura de diseño moderno.

Empezamos una fluída comunicación por mail:

En uno de ellos el cliente escribió:

"La arquitectura es mi gran "vocación frustrada", de ahí el amor por las casas. Igual, todas las actividades se emparentan, y cuando veo-vivo una casa es como si habitara una película. 
No sé si sabés, el proyecto original de la casa es de Jones Odriozolamuy del estilo Bonet, y de hecho fue su constructor en muchas obras, también hizo Arcobaleno y la casa de Margarita Xirgu
Rescatar algo del espíritu de la casa original es algo como un acto artístico, pero también de justicia. 
Y ni hablar del placer de habitarla..."


Nos sentimos inmediatamente identificados con él, y de allí en más el trabajamos en conjunto y en perfecta sintonía en este proyecto con el propietario.
Intercambiamos ideas, enviamos y recibimos fotos con sugerencias y propuestas, y en dos meses y medio, definimos el mobiliario de todos los ambientes, interiores y exteriores.

Algunos muebles ya estaban en Olika, esperando a su dueño, otros los buscamos especialmente, los restauramos, retapizamos...en fin, le devolvimos su viejo esplendor para  este nuevo destino en esta casa en el medio de un bosque en el este!



La casa.



La puerta de entrada.



El entorno.


La terraza con puerta ventana por la que se accede directo al living.



Los muebles de jardín:
sillones de hierro de los años '50 con almohadones color celeste piedra con vivos blancos.
Silla Acapulco, réplica de la original mejicana de los años '70.




Los sillones y las mesas de hierro de jardín, una con la tapa de azulejos de cerámica y la otra con tapa de vidrio y revistero.
Detalle: ceniceros vintage de la época.



Una vista del jardín, con pinos, palmeras y hasta un roble
que suponemos tiene la edad de la casa, más de 50 años!


El living; la pared de piedra comienza en la terraza y se mete en la casa...una de las características de la arquitectura moderna de mediados del siglo XX:
la integración del espacio exterior e interior.


Sofá original de los '50, retapizado en jacquard matizado gris y negro y con patas de bronce. Almohadón de cuero de vaca con pelo.











Desde el living mirando hacia afuera.


Otro ángulo del living con la estufa a leña.
La mesa de centro es también vintage,
mide 120cm. de diámetro y es bien baja, 
la tapa es de cármica y el aro esta enchapado 
en madera de palisandro... hermosa!



La mesa...


Vista desde el living hacia la puerta de entrada, el comedor y parte de "la pecera".



Mesa ratona de madera con tapa de vidrio 
y estante de varillas.


La pecera, 3 paredes de ventanales de piso a techo, otro ejemplo de la integración de los espacios exteriores e interiores.
El mejor lugar para hacer yoga!


Sillones de hierro y mimbre originales de los años '50/'60,
comprados en un remate de Montevideo por Olika y que en este ambiente quedaron como nacidos en él!
Almohadones artesanales, alfombra del norte argentino y puff.


Mesa lateral de madera laqueada color negro,
estante de esterilla y tapa de cristal.
Antiguamente perteneció al mobiliario de una embajada,
hoy está de vacaciones en el este...




Lámparas vintage traídas del Mercado de Pulgas de Buenos Aires...hermosas!




De noche...


Pasamos a la zona de la cocina y el comedor:


Mesa estilo americano de cedro con patas cónicas y tapa de cármica estampada en blanco y beige.
Tiene más de 40 años y está en perfecto estado... es que antes las cosas se hacían para durar...

Detalle de la tapa de la mesa.



Linda vista desde la mesa hacia el jardín/parque/bosque.



Las sillas son con asiento preformado en madera y cármica.
Restauramos las traseras y pintamos la estructura de hierro.
Son de otro palo que la mesa, pero juntos forman un comedor alucinante!
Hay que animarse a mezclar!





En la terraza que está saliendo del comedor, 
antiguo juego de jardín en hierro forjado
con almohadones color naranja con vivos blancos.



Para desayunar afuera aprovechando la sombra de la mañana en ese sector de la terraza.




En primer plano las sillas, atrás la barra de la cocina.



La cocina. Se conservaron la mesada y los placares originales de la casa. Estos últimos se pintaron de blanco, al igual que los de los baños.



Otro ángulo de la cocina; puerta corrediza por la que se accede al parrillero.
En la puerta de la heladera el único televisor de la casa.



Mesas nido vintage, descubrimiento del dueño de casa en La Barra.




El comedor y la cocina vistos a la noche, desde el jardín.



Uno de los 3 dormitorios: dos camas gemelas de palisandro,
cabecera formada por un bastidor entelado en azul piedra y marco de cedro.


Mesa de luz estilo americano con dos cajones y estante, en madera caoba Sapelli, con patas cónicas y regatones de bronce.
Sobre ella, lámpara de mesa... de la abuela!
Entre las camas: alfombra hecha en telar del norte de Argentina.



Otro dormitorio...éste con una cama marinera de los años '60, lustrada a nuevo, colchones tapizados en jacquard matizado blanco y negro, bien sixties!
Silla de estilo americano con su tapizado original en 3 colores de skay: rojo, negro y whisky.





La zona de trabajo, bajo la ventana: mesada en mampostería y madera, original de la casa.



Entrando al dormitorio en suite.


Muebles contemporáneos que armonizan con el resto de los muebles de la casa originales de mediados del siglo XX.



El mismo criterio de mesada bajo la ventana que en el segundo dormitorio.




El parrillero con la mesa y los bancos en cemento y escalla de mármol. Estaban en la casa y su propietario los conservó, así como otros elementos, respetando al máximo el proyecto original.






Siesta!






En el parque una escultura del artista cordobés Santiago Dartilongue.
Una "mantis religiosa" recibe a quienes llegan.




Para Olika fue un placer trabajar en este proyecto, por varios motivos, entre ellos por tener la oportunidad de "vestir" una casa cuya arquitectura admiramos y por departir y compartir con su dueño, un cliente/amigo con el que congeniamos desde un principio.












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